Frío

Frío......... Sólo siento frío...........

Frío........

Se me clava en lo más profundo de mi ser, atravesando mi desnuda piel, entumeciendo mis doloridas articulaciones.

Tiemblo.....

Tiemblo y mis dientes chocan. Tiemblo y mis manos se agarrotan. El poco vello que me recubre se eriza y un intenso y doloroso escalofrío recorre mi espina dorsal haciendo retorcer mis olvidados músculos y huesos.

Frío......

No sé cuanto tiempo he yacido inconsciente. Las horas o los días han pasado delante de mi sin dejar rastro. ¿Dónde me encuentro? Por más que lo intento mis ojos no alcanzan a vislumbrar la luz. ¿Habré perdido para siempre la capacidad de ver lo que me rodea? ¿No podré volver a disfrutar del sol que tanto anhelo en estos momentos?

.......

Las fuerzas poco a poco me abandonan, huyen de mi ser como si de agua en evaporación se tratase. La cabeza me da vueltas, me noto en un tiovivo aun con la certeza de que mis miembros no se van a mover.... Desfayezco, pierdo el conocimiento.

Frío.......

Vuelvo a sentirlo, tan presente, tan real. Me hace volver a la consciencia, a la certeza de que aún existo. Al dolor que me permite comprobar que no estoy immerso en un horrible sueño... Y eso es lo peor.. saber que es real.

Frío.......

Inspiro, tratando de reconocer el olor de lo que me envuelve. Pero lo único que consigo es cristalizar más aún mis exiguos pulmones. Lo vuelvo a intentar. Renuevo fuerzas con una pausa obligada e inspiro otra vez. Mis receptores olfativos captan una pequeña sensación raptada por ese helador aire que entra por mis fosas nasales. Una sensación familiar pero casi olvidada en mi memoria. Un olor conocido pero que no alcanzo a poner nombre.

Frío....

Intento mover alguna parte de mi cuerpo, pero cada centímetro de él sigue atenazado por este anormal frío. Un sentimiento que no me había visitado aún se acerca a mi impasiblemente, inexorablemente, con paso firme. Desgraciadamente la desesperación es lo único que puedo notar en estos momentos a parte de ese frío criminal:
Me desespero. Grito pero ningún sonido audible surge de mi garganta. Y a pesar de este frío dañiño noto que una gota de sudor se derrama por mi frente. Una gota de sudor que no proviene de ningún poro. Una gota de sudor provocada por esa desesperación que no se puede desatar libremente.
Por primera vez desde que tengo consciencia de esta situación siento miedo. Un pavor irracional a lo que no entiendo, a lo que desconozco, a esta desesperación que me invade y no me deja pensar con claridad.

Lo intentaré, haré un último esfuerzo si es que este frío punzante me lo permite. Concentraré todas mis fuerzas y lo haré, moveré mi mano para poder saber dónde estoy.

Lo haré.