Vaya semanita

Como dicen que lo prometido es deuda, y como lo prometí antes de irme de vacaciones os voy a contar (aunque sea un poco pesadillo) como fue la semana que precedió a la Semana Santa y que fue de todo menos Santa.

Cabe confesar que no empezó del todo mal. Ya sabíamos todos que de faena no iba a faltar porque teníamos que encajar un edificio de tres plantas con 8 clases por planta. Y eso es lo que hicimos. Encajar. No sé cuantas cajas habremos hecho porque perdí la cuenta al hacer el último perdido de 300, pero estoy seguro que más de 700. Hasta aquí todo normal, tres tardes hasta las siete en el colegio, ninguna hora libre de las 5 que tengo a la semana, pero como os he dicho esto entraba dentro de los planes y de las expectativas.

mi exdespacho en plena mudanza

Todo empezó a torcerse el martes cuando me puse a imprimir las notas del segundo trimestre. Cuál fue mi sorpresa al comprobar que no se imprimían bien. Muchas de las notas de los niñ@s no aparecían. Resulta que la mierda de programa que usamos estaba dando problemas, así que tuvimos que posponer la entrega de notas a después de la vuelta de vacaciones (que por cierto me acabo de acordar, así que ya tengo faena extra para mañana).

Para aliñar tan sosa semana tuvimos que reunir al Consejo Escolar para aprobar el presupuesto de este año (también faena mía) y ya de paso formar la comisión que evaluará el proyecto de dirección que presento.

La puntilla para mandarlo a la m***** todo fue la llamada que recibimos en el despacho el miércoles por la tarde a las 16.55, justo antes de celebrar la reunión que os he comentado antes. Se trataba de la inspectora que anunciaba al actual director que vendría al día siguiente (es decir el jueves a las 9.00 de la mañana) para repasar los méritos que yo había alegado en mi solicitud. Eso significaba presentarle las programaciones, registros de evaluación y demás, que tenía en sucio. Así que después de acabar la reunión cerca de las 20.00 tuve que ponerme a pasar todo a limpio (gracias cariño por la ayuda inestimable que me proporcionaste tqm). Eran casi las doce cuando nos fuimos a dormir.
El jueves por la mañana se presento la inspectora en el centro y se reunió con el director, el cuál habló muy bien de mi (gracias colega). Cuando acabé de dar clase me entrevisté con ella y después de presentarle todos los documentos y de responder a sus preguntas me dijo que el resultado era... POSITIVO. Menos mal que tanto estrés y nervios sirvieron para algo.

El viernes finalmente, después de la jornada de puertas abiertas en la cual los padres y madres visitan la escuela para decidir si preinscriben a sus crí@s en el centro para el curso que viene, a las 18.00 di por cerrada la semana al precintar la última caja.

Menos mal que se acabó.

P.D. Para los que seguís el culebrón el próximo viernes se reune por primera vez la comisión que evaluará mi proyecto de dirección. SImplemente se trata de un trámite en el cuál la constituirán y punturán mis méritos. El plato fuerte se servirá en 11 de abril cuando tenga que presentar oralmente el proyecto ante la comisión y responder a sus preguntas. Ya os contaré.