Mascar y mascar

Hoy en día los niños y niñas de este país siguen mascando y mascando chicle durante las clases, cuando van de paseo por el pueblo, cuando están en el cine, vamos prácticamente en casi todas las ocasiones.

En nuestra época, eso de los chicles ya se llevaba. Sí, no era la edad de piedra, había chicles, regaliz, piruletas y demás. No se estilaban las macrotiendas de chucherías como ahora, pero teníamos nuestros preciados quioscos. Y allí podíamos encontrar a nuestro prefererido e inigualable chicle Cheiw Júnior de fresa ácida. Aquel chicle apreciado por todos, por su característico e intenso sabor, por su textura dura... Quién no recuerda aquel sabor que a todos nos hacía guiñar los ojos, pero que sin dudar volvíamos a introducir en nuestras bocas para estar horas y horas mascando y mascando.

El chicle Cheiw Júnior de fresa ácida (tuvo otros sabores, pero este fue el de más éxito) se empezó a comercializar a principios de la década de los 80 e hizo las delicias de los que por aquel entonces éramos chavales que no teníamos más preocupaciones que conseguir un duro o diez pesetas para gastarlas en golosinas a la salida de la escuela. Más tarde, tras su desaparición, aparecieron los chicles Boomer, que aún hoy en día se comercializan, ocupando el hueco dejado por Cheiw pero sin acercarse a aquel sabor que perdura en nuestras papilas gustativas.

Por desgracia los chicles actuales, ni son tan grandes como los míticos Cheiw Júnior ni su sabor es capaz de durar más allá de 10 minutos. Por favor que vuelva Cheiw fresa ácida.

3 comentarios:

Xavi dijo...

Para chicles buenos, los bazooka, pero claro, eso si que era la edad de piedra...
¿Y las bolsas de pipas a 2 pesetas?

Madre mía, si que soy viejo ya...

Una web interesante: www.teacuerdas.com

Krambis dijo...

venga que cuando yo nací esos chicles ya no existían jajajaja

Estatekietecita dijo...

A 'duro' comprabamos mi hermana y yo los chicles, a escondidas de mi madre, los sábados por la tarde, entre otras tantas chucherías. Qué recuerdos....